En Italia nunca faltan las lentejas, en Alemania siempre dejan comida en el plato, en Dinamarca, las vajillas se hacen añicos contra el suelo... y todo para entrar con buen pie en el nuevo año
Para los ingleses, estas señaladas fechas no serían lo mismo sin su christmas pudding, mientras que los franceses hacen un réveillon (cena de Nochevieja) en la que se cocinan grandes cantidades de comida.
Por otro lado, en Alemania es tradición dejar en el plato algunos restos de lo que se haya cenado hasta después de medianoche, como forma de asegurarse una despensa bien surtida durante el año siguiente.
Los israelíes, para dar la bienvenida al año, comen manzanas untadas en miel. Así, dicho año será muy, muy dulce.
Pero nada más saludable que la vieja costumbre española de tomar doce uvas coincidiendo con las doce últimos segundos del año como ‘ritual’ para atraer la suerte. Tan popular está esta tradición que cada fin de año son consumidos ni más ni menos que unos 500 millones de uvas, pero... ¿de dónde procede exactamente esta ‘ceremonia gastronómica’? Pues bien, según la mayoría de las teorías parece ser que todo empezó cuando, en el año 1909, los viticultores cosecharon tal cantidad de uvas que, al no saber qué hacer con el excedente, decidieron repartirlo gratis entre la ciudadanía ‘inventando’ que su consumo en Nochevieja traería fortuna. Y debió de traer mucha porque, desde aquel año, esta tradición se ha seguido celebrando hasta hoy e, incluso, algunos países latinoamericanos han empezado también a hacerlo.
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